Por Isora Cabrera Ayuso

Las neuronas espejo son un grupo de células que fueron descubiertas por el equipo del neurobiólogo Giacomo Rizzolatti y que parecen estar relacionadas con los comportamientos empáticos, sociales e imitativos.

La empatía (del griego ἐμπαθής, «emocionado») es la capacidad de percibir, compartir y/o inferir los sentimientos, pensamientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar, es decir, como un individuo similar con mente propia

Cómo vivimos y cómo nos sentimos en estos momentos, queda reflejado en nuestras y nuestros pequeños. Lo que llamamos empatía es  la capacidad de percibir, compartir los sentimientos, pensamientos y emociones del otro, lo comuniquemos por medio de la palabra o no. Nuestras hijas e hijos nos captan y nos perciben sin necesidad de contarles o explicarles. Se empapan de nuestras emociones.

Nuestros peques nos están dando una lección de vida. En general, nos están mostrando la mejor estrategia que se puede poner en práctica en esta cuarentena, la ADAPTACIÓN. De manera instintiva, (ellos aún cuentan con un instinto puro) nos muestran esa capacidad de acomodarse y aceptar lo que nos venga aprovechando y disfrutando, si cabe, la nueva situación. Ellas y ellos, con más o menos información del Covid 19, están adaptados a las circunstancias disfrutando y, muchos incluso, saboreando el tiempo que pasan pegados a sus padres en casa, haciendo hogar  y desarrollando innumerables planes: manualidades, videos, visitas virtuales a museos, espectáculos online de teatro y circo, de música… Poder ver más pelis que nunca… Un sinfín de actividades que, si no fuera porque unos más y otros menos, no rozan el aire libre, no corren, no montan en bicicleta, no van a los parques….la situación para ellos no pinta tan mal. Sería casi inmejorable.

Sus referentes directos, somos nosotros, los adultos, por lo que ahora, más que nunca,  hemos de mantenernos fuertes y enteros. Si nosotras y nosotros somos capaces de cuidar nuestro estado de ánimo, de poner en práctica la adaptabilidad y hacerlo, no solo en la cuarentena, sino cuando salgamos a las calles (lo que será igual de estremecedor) volver a incorporarnos y adaptarnos a los pasos a seguir hasta que llegue la “normalidad”, ellos nos captarán, nos sentirán y nos imitarán en su “estar emocional”, gozando de un acompañamiento lo más sano posible por nuestra parte.

Esta responsabilidad tan comprometida, es la que nos toca en estos momentos como padres. Ahora tendríamos que hacer el esfuerzo de adaptarnos lo mejor que podamos para cuidar a nuestras y nuestros peques. Vamos a intentarlo!

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