Por Isora Cabrera Ayuso.

 

En general las niñas y los niños necesitan apoyo para que se desarrollen sus destrezas de funciones ejecutivas, pero nuestras niñas y niños que acuden a La Metáfora a nuestras terapias con problemas como, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), autismo o problemas de comportamiento luchan significativamente con tareas que comprenden funciones ejecutivas.

Son varias las razones por las que nosotras confiamos y utilizamos el arte como herramienta terapéutica .Varias las razones por las que la danza, el teatro o el circo nos permiten como profesionales de la psicología infantil acercarnos al infante de una manera dulce, rápida y con resultados eficaces.

Las disciplinas artísticas son catalizadores que nos permiten llegar a las emociones, a poder sacarlas a tomar conciencia de ellas, a entenderlas y a poder aceptarlas.

Esta comprobado científicamente que las emociones son un buen motor para el aprendizaje, cuando estamos motivados estamos atentos, retenemos más y por tanto fijamos más la información. Podemos así afirmar que las emociones ayudan a estimular las funciones ejecutivas, destrezas tales como la atención o la memoria.

Por tanto, por qué no acercarnos a los niños con un lenguaje que nos asegure que nuestro trabajo terapéutico va a ser agradable para nuestros peques y facilitador de un resultado que nos pone más rápido en el cumplimiento de nuestros objetivos terapéuticos.

Comparte esta página